Nuestra experiencia indica que la viabilidad de un proyecto minero comienza con una buena gestión social desde la exploración, enfocada en:

• Contacto inicial: comunicación clara, alineamiento interno y manejo de expectativas
• Acuerdos iniciales viables de uso de tierras
• Consulta previa con pueblos indígenas
• Gestión de beneficios disponibles: empleo, compras locales y otros
• Construir un clima de confianza y apoyo al desarrollo futuro del proyecto, evitando pasivos

• Estrategia de comunicación y relacionamiento con un área de influencia en expansión:
  • Relacionamiento con gobiernos locales y otros actores políticos
  • Gestión de preocupaciones por impactos en recursos hídricos
  • Manejo de expectativas en el área de influencia indirecta
• Adquisición de tierras y reasentamiento
• Estudios de impacto, participación de grupos de interés y planes de gestión
• Consulta previa con pueblos indígenas
• Negociación de acuerdos de beneficios relacionados a la construcción y operación
• Gestión de minería informal o ilegal

• Gestión de beneficios: empleo y cadena de suministro
• Establecer requisitos de gestión social para contratistas, y apoyar en su capacitación y supervisión
• Gestión de quejas, compromisos y prevención de conflictos
• Informar efectivamente sobre avances del proyecto, desempeño socio ambiental y cumplimiento de compromisos
• Estrategia social de transición a operaciones: disminución de empleo y cambios en la cadena de suministro

Durante la operación, se consolida la implementación del Sistema de Gestión Social, para:

• Consolidar el relacionamiento comunitario, estableciendo espacios de diálogo multiactor de largo plazo
• Monitoreo y gestión de compromisos y quejas y prevención de conflictos
• Gestión de los beneficios locales disponibles manejando expectativas
• Gestión estratégica de la inversión social
• Gestión de la información social para generar indicadores de desempeño y rendición de cuentas a gerencia, accionistas, inversionistas, autoridades y stakeholders

Un buen plan de cierre empieza desde el diseño del proyecto y debe considerar y actualizar aspectos sociales clave como:

• Evaluar y gestionar los riesgos sociales post cierre, incluyendo potenciales invasiones de terreno o minería ilegal
• Definir con los stakeholders locales las alternativas viables de uso de la tierra luego del cierre, que complementen y respalden las medidas ambientales
• Gestión del fin de empleo y cadena de suministro locales, a través de programas anticipados de reconversión
• Enfocar la estrategia de inversión social para promover resiliencia y evitar dependencia
• Construir alineamiento y comprensión sobre el proceso de cierre con autoridades, organismos reguladores y población local